En la educación, lo subjetivo, la vida interior y la vida emocional deben progresar, pero no por un acaso. Si el arte no se trata como un conocimiento, y solamente como un "grito del alma", no estamos ofreciendo ni educación cognitiva, ni educación emocional. Fue Wordsworth, a pesar de su romanticismo, quien dijo: "El arte tiene que ver con la emoción, pero no tan profundamente como para reducirnos a las lágrimas".
Hugo Villafranco
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